domingo, 28 de abril de 2013

Necesidades

Una persona cualquiera

Una vez satisfechas las necesidades primarias o fisiológicas (hambre, sed...), el ser humano se preocupa de la seguridad física y de que en el futuro no le arrebaten o menoscaben las necesidades primarias . Si la preocupación se convierte en miedo, pierde su libertad y actúa como fiera acorralada,  viéndose o no, atisbando peligros por doquier, reales o imaginarios. Pero, creciendo, consigue recursos suficientes.  Pasado el tiempo, acostumbrado a que no le falten los medios para cubrir sus necesidades primarias ni se vea menoscabada su seguridad, el hombre siente otras necesidades. Se centran en la aceptación social y en la autoestima,  para lo cual sienten la necesidad del reconocimiento de los demás. Empieza entonces a adquirir compromisos con el resto de la sociedad. Incluso necesita de la espiritualidad, se hace grandes preguntas y busca respuestas siempre incompletas o imperfectas.  Se atreve a procrear, empieza a tener a otros seres humanos a su cargo; hace transacciones comerciales que le generan compromisos presentes o futuros, a veces a muy largo plazo. Y Según les vayan, si la salud la conservan, a algunos les siguen aumentando sus necesidades sintiéndose responsables de subvertir no sólo las suyas. También las carencias  de los seres que quiere y que siente como suyos le suponen unas obligaciones  a cubrir.  La creencia de sentirse imprescindible se instala sigilosamente sin hacer ruido. Sacan fuerzas de flaqueza pero pronto sienten angustia y de nuevo miedo a no poder satisfacer esas  necesidades, esta vez, creadas. Entra en una lucha sin fin, se introduce en la rueda del cobaya sin poder abandonarla hasta que,  ya exhausto, le decaen las fuerzas y se agota en una tensión que poco a poco le apaga la luz de la vida hasta morir sin que nadie lo haya tenido en cuenta. 

La vida, me decía un amigo, es tan corta que no da tiempo a hacerlo todo. Y ¿qué es ese "todo"? Me pregunto. ¿Cada cual sabe su respuesta? No. La respuesta es dinámica y cambiante, escurridiza, oculta entre necesidades y pasiones individuales. Es superar retos sucesivos. Debemos hacerlo sin miedos. Afrontar un reto nutre al cuerpo, cambia su biología, pero sobre todo nutre al pensamiento, generas recursos que ni te imaginas que existen. En retos especiales asciendes montañas. Y Cuando asciendas a una montaña y estés cerca de la cumbre verás en ésta alguien o algo que admirarás. Pero cuando llegues, sabrás que tu esfuerzo habrá sido vano si no compartes tu éxito. Y sobre todo si logras dominar el resentimiento hacia los que no te ayudaron por acción u omisión. Transformar los resentimientos en serenidad, evitando odiar por las construcciones mentales erróneas o por prejuicios infundados o juicios tendenciosos, ese es el secreto de la felicidad. Consiste ésta en conseguir una conciencia tranquila disfrutando del camino, Saber desaprender buscando otros caminos, otros escenarios. Pero siempre con la certeza de que no hay final, no existe el descanso eterno en esta vida al menos. Sólo un vegetal ¿sin alma? logra la tranquilidad indiferente a lo que pase...

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